Como siempre la gente llega y se prepara para la igualá, aunque esta se demoró más de lo normal, porque ante todo estaba la vida de esta cuadrilla, porque este sábado la calle San Melchor parecía un patio el primer día de colegio, donde los nervios, la ilusiones y los amigos eran algo que nos había quitado el sueño el día anterior, pero en lugar de una mochila y nuevos libros, estaban las ilusiones de la próxima Semana Santa, la camaradería y hermandad que se siente debajo del paso, porque ahí en su trabajadera, nadie es más que nadie, el influyente se mezcla con el mundano, el pobre con el rico y todo sin perder de vista de lo que es ese palo donde los sentimientos se aúnan, donde el sufrimiento se comparte y donde las amistades de refuerzan, esas personas que son los pies de Mi Señor, que pisa fuerte por las calles de Oviedo y que no deja indiferente a las personas que lo esperan.
Después de los abrazos, risas y preguntas, comienza la igualá, y de esta a por la parihuela, pero no sin antes ataviarse con sus ropajes, para trabajar, si, si, trabajar, porque cuando un costalero lo hace bien o cuando la cuadrilla es buena hay que decirles “Muy bien trabajao”, con su faja, sus zapatillas y su costal, arremolinándose en los diferentes portales y sitios del lugar para preparar su atuendo. Y se abren las puertas, y sale una parihuela de ensayo, que llevaba varios meses sola y abandonada en ese cochera, esperando a que fuera ya finales de septiembre, donde otra vez comenzase a ser protagonista de las frías y húmedas noches asturianas, donde han de dejar el sudor y el esfuerzo esta cuadrilla, para que cuando sea ese Domingo de Ramos, ese trabajo realizado de sus frutos y todos podamos sentirnos orgullosos de tener cuarenta corazones que juntos forman los pies del Señor.
Los Costaleros de Oviedo en el Campillín (Fotografía: José Luis Montamarta) |
Después de los abrazos, risas y preguntas, comienza la igualá, y de esta a por la parihuela, pero no sin antes ataviarse con sus ropajes, para trabajar, si, si, trabajar, porque cuando un costalero lo hace bien o cuando la cuadrilla es buena hay que decirles “Muy bien trabajao”, con su faja, sus zapatillas y su costal, arremolinándose en los diferentes portales y sitios del lugar para preparar su atuendo. Y se abren las puertas, y sale una parihuela de ensayo, que llevaba varios meses sola y abandonada en ese cochera, esperando a que fuera ya finales de septiembre, donde otra vez comenzase a ser protagonista de las frías y húmedas noches asturianas, donde han de dejar el sudor y el esfuerzo esta cuadrilla, para que cuando sea ese Domingo de Ramos, ese trabajo realizado de sus frutos y todos podamos sentirnos orgullosos de tener cuarenta corazones que juntos forman los pies del Señor.
Preparando el costal en la puerta de un portal (Fotografía: Antonio Idalgo) |
Con la parihuela preparada para el primer ensayo (Fotografía: Antonio Idalgo) |
Y salio la parihuela, y la gente que en el pasado miraba recelosa a esa estructura de hierro, ahora ven la fuerza y la casta de esos hombres que un día dijeron: “Quiero ser Costalero”, y la portan con orgullo de decir: “Yo soy costalero de Los Estudiantes”. Y cruzará como siempre el Campillín, donde se realizarán las primeras chicotas al son de la música, para acercarnos a la calle Magdalena, camino de llegada y de salida que desemboca cual afluente torrencial en la plaza del Ayuntamiento, tan querida por todos, porque ahí es donde el tesón de los costaleros con ese arco y sus rodillas han de templar la fuerza en esa madrugá asturiana, ese sentir que vemos cuando un misterio llega a ella, y un Cristo resignado afronta esa sentencia que lo ha de condenar a muerte. Se Irán de esta plaza por la puerta grande con dirección al Fontán, donde todo se cocina, mercado y lugar de encuentro de todo ovetense, laguna desecada donde se erigen casas con corredores y estructuras que nos dejan vislumbrar épocas del pasado. Y de ahí al afluente que recorrerán en sentido contrario al que hace unas horas lo hacían, cansados pero emocionados porque este engranaje parado ha vuelto a girar y ha iniciado una cadena que tendrá por broche final la Semana Santa de 2013.
Las primeras chicotas por el Campillin (Fotografía: José Luis Montamarta) |
Por la Calle Magdalena, con rumbo al Ayuntamiento (Fotografía: José Luis Montamarta) |
En la plaza del Ayuntamiento (Fotografía: José Luis Montamarta) |
Entrando en el Fontán (Fotografía: José Luis Montamarta) |
¡¡¡Gracias Costaleros por este primer ensayo!!!
SOIS LOS MEJORES COSTALEROS QUE PUEDEN LLEVAR AL SANTISIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA A NUESTRO PADRE JESUS DE LA SETENCIA Y NO TARDANDO MUCHO A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA ¡¡¡¡ VALIENTES A DONDE QUEREIS LLEGAR CON ELLOS!!! ¡¡¡¡¡¡ AL CIELO!!!!! ¡¡¡¡ ANIMO VALIENTES!!!! QUE ME SIENTO MUY ORGULLOSA DE PERTENECER A ESTA COFRADIA
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