17 de Abril del 2017.
Vaya por adelantada mi felicitación a ese esforzado grupo de personas que forman la Hermandad de los Estudiantes, por el éxito obtenido en sus desfiles procesionales de la Semana Santa ovetense, a la que, sin atisbo de duda, han conseguido engrandecer con su particular sello de distinción. Creo que es justo y necesario un reconocimiento público por su buen hacer en todos los actos en los que fueron protagonistas, especialmente en la Madrugá del Viernes Santo, con su paso "Jesús de la Sentencia", en la que consiguieron congregar a una multitud de personas que, a lo largo del recorrido, hasta altas horas de la mañana, asistió a este evento con devoción, recogimiento y respeto.
La espectacular salida del edificio histórico de la Universidad, la lectura de la sentencia en la plaza de la Constitución y su posterior paso por el Arco de los Zapatos para entrar en la calle Cimadevilla han sido los momentos más brillantes de un cortejo procesional intenso y emotivo que, sin distinción de creencias, por ser un acto al mismo tiempo religioso y cultural, ha merecido el reconocimiento de todos los que lo han presenciado en vivo y los que, por gentileza de la TPA, a la que también hay que felicitar por su impecable transmisión, lo han visto desde la comodidad de sus hogares.
Ni qué decir tiene que hermandades como la de los Estudiantes, con su generoso, callado y desinteresado trabajo, que se prolonga durante gran parte del año, están contribuyendo a la recuperación del esplendor de la Semana Santa en Oviedo y, sin género de duda, a ofrecer un aliciente añadido al turismo que, cada vez con mayor intensidad, visita nuestra ciudad durante estas señaladas fechas. Un motor más que, añadido a otros, mueve una economía que, a la postre, redunda en beneficio de todos.
Lástima que aquellos que más tendrían que hacer por engrandecer este tipo de actos, como sería el caso de la Corporación municipal, por puro sectarismo, manifestando una profunda inquina a todo lo que huela a religión, especialmente la católica, claro, con una ceguera política preocupante, no hagan más que poner palos a las ruedas, negando la sal y el agua, en un vano intento de procurar deslucir la magnificencia de estos eventos.
Espero que la ciudadanía tome buena nota de ello y así lo haga constar en el momento oportuno.
Constantino Díaz Fernández (Oviedo)
Cartas de los lectores
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