En su origen, el pertiguero (del latín "perticarĭus"), es aquel ministro secular en las iglesias catedrales, que asistía acompañando a los que ofician en el altar, coro, púlpito y otros ministerios, llevando en la mano una pértiga o vara larga guarnecida de plata.
En el mundo cofrade es el acólito, que llevando la citada vara larga o pértiga plateada, va al cuidado de los acólitos que llevan los ciriales. Él les ordena alzar o bajar los mismos; en las Funciones de Culto, se coloca entre éstos, y con un simple golpe de la pértiga en el suelo, les indica cómo sostener a pulso , bajar o descansar esos mismos ciriales, así como iniciar la marcha o parar, cuando van en las procesiones o estaciones de penitencia.
La pértiga presenta una morfología semejante a la vara o al bastón, diferenciándose en el extremo superior al adoptar la forma de templete, nudo o elemento decorativo resaltado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario